Quiero comenzar este artículo recordando a una
estudiante que estuvo a mi cargo hace algunos años. Ella
manifestaba que detestaba las Matemáticas y que nunca iba a estudiar en
la Universidad algo que se relacionara con dicha disciplina; lo curioso
es que Ella tenía una habilidad lógica-matemática bastante aceptable.
¡Odio
las Matemáticas!...Suele ser la expresión que un numeroso grupo de
estudiantes manifiesta cuando se les pregunta sobre sus preferencias
académicas. Lo cómico es que dicho "odio" no lo pueden sustentar, ya que
en la mayoría de los casos lo que sienten es "miedo" a enfrentarse con
el estudio de las Matemáticas.
Creo
que el gusto por las matemáticas es innato en cada persona, mismo que
debe irse fortaleciendo conforme se avanza en la formación académica,
siendo NOSOTROS los MAESTROS, los llamados a incentivar en nuestros
estudiantes el gusto y dominio de cada nuevo conocimiento que, en esta
infinita disciplina, aparece.
En
algunos casos, el "miedo" a las Matemáticas, es causado por nosotros
los Maestros, cuando nos permitimos el lujo de convertirnos en los
"malos de la película", en lugar de ser los "enganchadores" para que
nuestros estudiantes se suban en el "autobus" del Conocimiento Matemático.
No
se puede negar que estudiar Matemáticas requiere de mucha disciplina y
hábitos de estudio, es por ello que los PADRES y las MADRES de FAMILIA,
tienen también parte de responsabilidad en la "fobia" que se tiene por
el aprendizaje de la mencionada asignatura, ya que en muchas ocasiones
han sido permisivos con sus HIJOS, permitiendo y justificando
irresponsabilidades.
Dentro del proceso de formación académica, la edad escolar juega
un papel muy importante en la superación de los obstáculos que se
presentan en el estudio de las Matemáticas; y, son los Maestros de dicha
etapa, los responsables de trasmitir toda lo valioso que es para sus
estudiantes aprender Matemáticas. Ya en la etapa secundaria,
se debe hacer énfasis en las diferentes áreas del quehacer humano en
donde se aplican las herramientas matemáticas que se han aprendido y se
aprenderán.
Borrar
de la memoria de nuestros educandos la fobia injustificada hacia las
matemáticas, es una tarea que le corresponde a toda la comunidad
educativa (maestros, padres, autoridades y estudiantes), misma que se
cumplirá cuando cada uno de nosotros asuma con responsabilidad rol que le corresponde.